CHISTES PICANTES
Un pervertido se transporta en el autobús cuando ve a una monja que se sube al mismo. Como el vehículo está lleno, la monja debe ir de pie lo cual es aprovechado por el pervertido para arrimarse y después de restregarse contra ella le dice algo al oído.
La monja asustada y confundida pide la parada y se baja rápidamente. El conductor del autobús que estaba observando todo, llama al pervertido y le dice:
—Yo conozco la hora y el lugar en donde siempre se sube la monja... si quieres caerle te doy esa información por un par de billetes ¿te parece?, ah, pero tienes que vestirte de monje para que ella no sospeche.
El pervertido acepta la propuesta del conductor, y al otro día a la hora y lugar determinados se sube vestido de monje detrás de la monja.
Unos minutos más tarde la monja pide su parada en un lugar apartado y solitario, el monje también baja del autobús y le dice a la monjita:
—Yo soy el monje que han enviado los ángeles para hacerte mujer...
—Que se haga la voluntad de los ángeles, vamos a aquella solitaria casa —Contesta la monja.
Al entrar a la habitación la monja pide al hombre que se desnude y luego dice:
—Como es un mandato de los ángeles, debemos hacerlo como lo hacen los civiles; con mucha entrega y sadismo, así que para empezar, te voy atar a la cama...
El pervertido entiende que las cosas se le están dando mucho mejor de lo que él se había imaginado y una vez amarrado a la cama, para ponerle más erotismo a la situación, con una sádica sonrisa dice:
—Debo confesarte... ¡que no soy monje!
—No te preocupes, yo tampoco soy monja... ¡¡¡yo soy el conductor del autobús de ayer!!!
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